martes, 16 de noviembre de 2010


Casi no he sacado fotos desde que llegué a Mexico, quizá porque llegar implicó ciertas cegueras que tenía reservadas para cuando se abren grietas. En el distrito federal sufrí y disfruté viajar dos horas de ida y dos de vuelta para laburar, reinventé algunas puteadas argentas con chilangas, y me enamoré de la calle como siempre, y como siempre huí, me vine al caribe, que se excede un poco de extranjeridad y le falta un poco de mexico, pero la playa es mas linda que comer señoritas sin cubiertos.